Los anticuerpos IgG específicos del SARS-CoV-2 aparecen poco después de la IgM y persisten durante meses. Los anticuerpos específicos del SARS-CoV-2 son marcadores serológicos que pueden ayudar a la investigación de un brote en curso, con la evaluación retrospectiva de la tasa de ataque o pueden ser un apoyo en casos donde las pruebas moleculares fueran negativas y existe un fuerte vínculo epidemiológico.
Los pacientes infectados tienen una amplia gama de síntomas clínicos; paciente sin síntomas o con presencia de fiebre, cansancio, tos seca, dificultad para respirar y manifestaciones graves como SARS (síndrome respiratorio agudo grave), síndrome inflamatorio multisistémico, disfunción orgánica múltiple y la muerte.