La Leishmania es un género de protozoarios diminutos, cuyo ciclo de vida parasitaria incluye al jején y a un huésped apropiado como el hombre, entre otros. La infección por Leishmania puede ocasionar una enfermedad en la piel llamada leishmaniasis cutánea que puede afectar las membranas mucosas de muchas maneras. Se presenta, con más frecuencia, en forma de úlceras y puede ocasionar lesiones cutáneas similares a las producidas por otras enfermedades como la tuberculosis cutánea, la sífilis, la lepra, el cáncer de piel (carcinoma de células basales) e infecciones micóticas. La Leishmania puede también ocasionar enfermedad sistémica o leishmaniasis visceral con complicaciones mortales, en este caso el vector pica, este parásito entra al cuerpo y se diseminan a través de los monocitos y los macrófagos a médula ósea, al bazo y a los ganglios linfáticos.