La LDH se encuentra en muchos tejidos del cuerpo, como corazón, hígado, riñones, músculo esquelético, cerebro, células sanguíneas y pulmones. Son útiles para distinguir inflamación o destrucción de los tejidos correspondientes. La LDH existe en 5 formas, las cuales difieren ligeramente en estructura. La LDH-1 se encuentra principalmente en el músculo cardíaco y en los glóbulos rojos. La LDH-2 se concentra en los glóbulos blancos. La LDH-3 es más alta en los pulmones. La LDH-4 es más alta en riñones, placenta y páncreas. La LDH-5 es más alta en el hígado y en el músculo esquelético. La LDH pasa a la sangre ante toda destrucción de estos tejidos (traumática, infecciosa o neoplásica), por lo que su elevación en el suero es un signo inespecífico de que un órgano o tejido ha sido lesionado.