Los anticuerpos antinucleares, son inmunoglobulinas (predominantemente IgG), que pueden estar dirigidos contra varios constituyentes nucleares: DNA, RNA,
, antígenos nucleares extractables. Su presencia se traduce como un defecto en la regulación del sistema inmunitario. Son de utilidad en el diagnóstico de muchas enfermedades, entre las que se encuentra el lupus eritematoso, artritis rematoidea, síndrome de Sjögren, polimiositis, enfermedades hepáticas, pulmonares, linfoma, leucemia crónica, colitis ulcerativa crónica, mononucleosis infecciosa, anemia hemolítica y reacciones a múltiples drogas. Es importante evaluar los distintos tipos de patrones. Hay cuatro tipos básicos de ANA: moteados, homogéneos, centroméricos y nucleolares.