Es una ayuda diagnóstica en la deficiencia de factores o presencia de inhibidores. Los anticoagulantes o inhibidores cirulantes suelen ser anticuerpos IgG que interfieren en las reacciones de coagulación. Aparecen en un 15 a 20% de los pacientes con déficit de los factores VIII o IX que han sido tratados con plasma. También aparecen inhibidores específicos en personas previamente sanas. Aunque la proteina objetivo más frecuente es el factor VIII, se han descrito inhibidores que tienen especificidad por cada una de las proteinas de la coagulación. Hay anticuerpos antifactor VIII no solo en los hemofílicos sino también en las mujeres después del parto, en los pacientes tratados con diversos fármacos, formando parte de la diversidad de autoanticuerpos propia de los pacientes con Lupus Eritematoso Sistémico y en los ancianos normales.